Basta de cursos para gestionar el estrés. Mejor dicho: basta de usar cursos de gestión del estrés como única y exclusiva herramienta para reducir los niveles de estrés de las personas. Mejorar el bienestar de las organizaciones no se hace a punta de formación: implica cambios más profundos a nivel de liderazgo, valores y mindset.
Pero ¿qué podemos hacer? Antes, vamos a entender más sobre el estrés.
ORGANIZACIONES COMO FUENTE DE CORTISOL
Pensemos ¿cuáles son las causas del estrés en las organizaciones? Plazos, presión por resultados, tener que hacer las cosas diferente, necesidad de innovar, necesidad de rapidez, la competencia… pero si analizamos bien todos los factores tienen algo en común: representan cambios, sean reales o imaginarios, ante entornos VUCA o BANI. Y cada vez que nuestro cuerpo percibe un estresor, genera cortisol y este en exceso tiene un efecto contraproducente: nos bloquea la escucha, nos pone en modo “defensa” y, con ello la capacidad de ser flexibles y adaptables. Si lo pensamos, las organizaciones pudieran ser una fuente importante de cortisol. No es algo que sea intencional (no creo que nadie, de forma racional y deliberada, quiere “estresar” a los demás), pero ocurre, especialmente en transformaciones.
Creerías que reducir el cortisol solo se vincula al bienestar y un buen clima, aspectos típicamente asociados a las personas (y a RRHH). Sin embargo, el cortisol organizacional tiene repercusión en otros aspectos de importancia más allá de las personas y su bienestar mental:
CÓMO DISMINUIR EL CORTISOL ORGANIZACIONAL
No, hacer cursos de gestión del estrés no es la solución. Estas formaciones (que a mi en lo personal me encantan facilitar) pueden ser de alto valor pero sólo cuando son combinadas con un enfoque sistémico de la organización. Está bien dar herramientas para gestionar las emociones, aprender a respirar y estar presentes (ayuda un montón), pero eso no es suficiente. El cortisol organizacional es un factor cultural y no exclusivamente personal, así que debe abordarse sistémicamente. ¿Qué podemos hacer más allá de dotar de herramientas de mindfulness?
¿Tengo que hacer todo esto? No. Lo que te invito es a probar las iniciativas que valgan para tú realidad en tú organización. Esto no va de hacer todo, sino de crear un impacto y facilitar un mejor entorno de trabajo. Si tienes algunas iniciativas que no están aquí mencionadas: ¡adelante! lo importante es no quedarse en lo de siempre.
Finalmente, esto no es una labor de HR: es responsabilidad de todos, principalmente de los líderes. El estrés colectivo requiere de un cambio cultural, donde los líderes son protagonistas.
Ahora bien, si igual quieres sacar provecho de tu formación de gestión del estrés (tampoco estoy invitando a desecharlas), te invito a descubrir junto a las personas cuáles son sus estresores clave, y con ello buscar soluciones concretas. Luego, te invito a buscar cambios más allá de los individuos. No se logra de un día a otro, pero pequeñas soluciones pueden crear grandes diferencias.
Y tú ¿qué acciones agregarías para minimizar el cortisol organizacional?
Claudia Salas
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