Constantemente nos enfrentamos a los cambios en nuestras organizaciones: utilizar una nueva tecnología, reestructurar un departamento, cambiar de ubicación, implementar un nuevo modelo de trabajo… Todo ello representa cambios. Sin embargo, no siempre somos conscientes de que podemos gestionarlos de una manera más estructurada y responsable.
La gestión del cambio es la disciplina que guía estructuradamente cómo preparar y apoyar a las personas para adoptar los cambios con éxito. Como profesional de las Ciencias Sociales, he estudiado diversos modelos de gestión del cambio: Lewin, Kotter, ADKAR, el modelo de transición de Bridges, sólo por mencionar algunos. Sin embargo, aunque los modelos me brindaban un buen entendimiento del cambio organizacional y me sugerían posibles estrategias, no me proporcionaban suficientes herramientas para materializar iniciativas. Asimismo, me era común ver (¡y aún lo veo en muchas organizaciones!) que los cambios se impulsan de una forma top-down. Además, se dedica un gran esfuerzo en planificar.
Cuando descubrí de Lean Change Management finalmente conseguí el modelo que respondía ante mis inquietudes. Este modelo de gestión del cambio, planteado por Jason Little e inspirado en Lean y Agile, se basa en la experimentación, el feedback continuo y en co-crear los cambios junto a los involucrados (puedes ver el detalle del modelo aquí). Así, se ha convertido en el modelo que utilizo para generar cambios en las organizaciones. ¿Por qué? Algunas razones son:
Y tú, ¿qué piensas de los modelos de gestión del cambio existentes? Si no conoces de Lean Change Management, te invito a indagar más y a cuestionar los modelos tradicionales. Finalmente, creo que no hay ningún modelo correcto o incorrecto: todos constituyen visiones distintas para abordar nuestros desafíos. Siempre es nuestra libertad elegir.
Claudia Salas
Escríbenos