¿Alguna vez has estado en una situación o empresa donde no podías ser tú mismo ni pensar en voz alta? La seguridad psicológica es esa creencia compartida entre los miembros de un equipo y la certeza de contar con un entorno de trabajo en el cual puedes alzar la voz, ser tú mismo, equivocarte y asumir riesgos sin temor a represalias o castigos. Es tener la certeza de que no serás castigado ni humillado por expresar tus ideas, preguntas, inquietudes o errores. La seguridad psicológica implica un espacio de confianza donde los errores y riesgos se consideran oportunidades de aprendizaje y fuente de innovación y creatividad. Un espacio donde nuestros líderes nos animen a asumir riesgos y a aprender de nuestros errores para ser más creativos e innovadores. Un espacio donde nuestros líderes sean más más inclusivos, más empáticos y también…. más vulnerables
Concepto de Amy Edmondson. Imagen por Claudia Salas.
Esta creencia debe ser compartida a nivel de equipo y organizacional: no vale que solo una persona se sienta así, y por ello debe estar integrada en todos los procesos y la cultura de la empresa.
La seguridad psicológica tiene un impacto directo en la satisfacción laboral, la productividad, el rendimiento y bienestar psico-social y general de las personas.
Un ambiente de trabajo positivo y psicológicamente seguro fomenta un ambiente de trabajo feliz, y aumenta la productividad e innovación de los equipos. Por el contrario, una empresa negativa y emocionalmente insegura crea sentimientos de aislamiento, desconfianza en los compañeros de trabajo y la dirección así como insatisfacción laboral y disminución del rendimiento de los empleados.
¿Cuáles etapas? Según Timothy Clark hay cuatro:
¿En cuál está tu equipo? ¿en cuál está tu organización?
¿Tiene tu equipo suficiente seguridad psicológica?
Algunos rasgos a observar y estar alerta:
¿Cómo puede mejorarse?
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